La esencia de un auténtico cambio político

Carlos González Pérez, profesor de matemáticas y creador de un método educativo de empoderamiento personal en las aulas, protagonista de la película documental: “Entre Maestros”, publicó ayer un post en Facebook que me hizo reflexionar mucho sobre lo que estoy viviendo estos días previos a las elecciones municipales y autonómicas del 24M. Este es el texto que publicó:

INNOVAR SIN ENEMIGOS, LA ESENCIA DE UN AUTÉNTICO CAMBIO

«Maldecir a un sistema establecido que queremos cambiar es como maldecir al peldaño sobre el que tomamos impulso para subir al siguiente, no es una actitud sabia ir contra lo que aún te sostiene y tampoco lo es ganarse enemigos innecesarios. A esto tenemos que añadir algo todavía más importante: ir contra lo establecido implica descalificar a las personas que lo defienden, lo cual no puede ser un movimiento de corazón, es decir capaz de conmover al otro para que decida según su propio sentir y no bajo la presión de la fuerza de la «razón».

Respetar lo que hay y sobre todo a las personas que lo sustentan es la mejor prueba de que queremos un cambio radical en lo establecido y en su forma de proceder. Son tiempos para cambiar lo viejo, y si no queremos que vuelva es imprescindible honrarlo. Esta forma de proceder no está en lo que hay, así que llevándola a cabo ya estamos cambiando el sistema.

Querido lector, no se puede cambiar el sistema desde el corazón sin sentirse parte del sistema, al fin de cuentas todos los peldaños están en la misma escalera. «

La Danza de la Vida

Mi primera reacción al leerlo fue de rabia, ante el dolor de las personas que no pueden esperar, las penurias innecesarias de las personas que están en la parte baja de la escalera. Desde Podemos, se está canalizando, gracias a Pablo Iglesias y todo su equipo, toda esa rabia natural y necesaria para iniciar cualquier cambio, en propuestas y en ilusión. Pero también es cierto que “maldecimos a la casta”, maldecimos a los corruptos, que con su inconsciencia perjudican gravemente la vida de muchas personas. Hasta ahora, esto ha sido útil para aglutinar a una gran cantidad de personas, hartas de ver cómo estos seres inconscientes han acaparado los puestos de mayor responsabilidad en las instituciones públicas, alimentados por su avaricia.

Sin embargo, la otra cara de la moneda es la reacción del que se ve atacado: boicotean los círculos, desarrollan estrategias de acoso y derribo con toda su maquinaria mediática. Y la separación definitiva de los que, aún siendo honrados, defienden la evolución del sistema actual.

Entre los de abajo, el panorama tampoco es mejor, pues ese «maldecir» atrae a personas profundamente frustradas, con rencor macerado en barrica de roble durante años y años, y sin un ápice de autocrítica ni humildad vienen a “contribuir” con su agresividad y falta de diálogo.

El sistema se ha encargado de educarnos para que deleguemos la política de tal forma que los que se salen de este adoctrinamiento y acuden a los círculos son unos pocos en los pequeños municipios. Lo que debería ser un espacio de debate civilizado y constructivo, pasa a convertirse en un ring de combate entre activistas, buitres varios y alguna gente normal que sale despavorida.

La mayor fuerza del 15M, era la resistencia firme pero al mismo tiempo pacífica:

esencia-cambio-politico

Hay un clima de odio que crece cada vez más. Lo vemos todos los días en las redes sociales, insultos por aquí y por allá, mentiras, reproches. En campaña electoral se ven volando los puñales por el aire. La degeneración de la clase política es cada vez más evidente, y esa mayor conciencia se está canalizando en una violencia que le da la razón a Carlos.

Y por otro lado está el estilo de Manuela Carmena, que sintoniza con lo que dice Carlos, y con tanta y tanta gente, porque nos llega al corazón, nos conmueve su espíritu conciliador y pacífico pero a la vez firme.

Quizás sea este el camino más sabio para continuar ese cambio anhelado por todos, para que la gente sintonice con ese cambio y lo haga realmente poderoso, como ya lo hicimos en el 15M, porque, como dice Carlos: “no es una actitud sabia ir contra lo que aún te sostiene y tampoco lo es ganarse enemigos innecesarios. Son tiempos para cambiar lo viejo, y si no queremos que vuelva es imprescindible honrarlo..

Honrar lo viejo, reconocer lo que ha hecho bien, para que se vaya, para que no nos persiga y deje paso a lo nuevo.

Ver el vídeo:

 

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